¿Es posible crear nuevos medicamentos sin los animales de laboratorio? 

Noticias Opinión

Mucho se habla últimamente sobre la sustitución de los animales de laboratorio por métodos alternativos de investigación. Esta media verdad se basa en algunos hechos científicos. Sin embargo, necesitamos aclarar que aún no es posible emplear esas técnicas en todas las etapas de los estudios de Biología y Medicina, sean aquellos más básicos, sean aquellos orientados al desarrollo de nuevos medicamentos. Los animales aún son necesarios para complementar el ciclo de investigación. 

Las metodologías alternativas al uso de animales – serán explicadas algunas de ellas más adelante – son, sin duda, un gran avance para la ciencia. Cuando funcionan bien, sus resultados son de alta confiabilidad y reproducibles en laboratorios. Además, ofrecen un menor costo cuando se comparan con las pruebas en animales. Por lo tanto, hablamos de herramientas importantes para el desarrollo científico y que mejoran el uso ético en el uso de los animales. 

Un método alternativo debe ser validado para que los resultados obtenidos sean realmente confiables. Sólo se puede utilizar una técnica validada para probar la seguridad y la eficacia de cualquier producto, independientemente de que sea un cosmético, un medicamento, un pesticida/plaguicida/producto fitosanitario o un alimento. 

Validar un método exige competencia, organización, tiempo y dinero. Sólo se aceptan aquellos conducidos bajo reglas estrictas y con reconocimiento internacional. Es por eso que Brasil acepta los métodos alternativos en investigación reconocidos por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)

En nuestro país, la Red Nacional de Métodos Alternativos (ReNaMa) del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Información y Comunicación (MCTIC) y el Centro Brasileño para Validación de Métodos Alternativos (BraCVAM) del Instituto Nacional de Control de Calidad en Salud (INCQS) de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) promueven acciones para el desarrollo y acreditación de metodologías alternativas. 

Y es el Consejo Nacional de Control de Experimentación Animal (CONCEA) del MCTIC quien monitorea, evalúa y estimula la introducción de las estrategias que sustituyen, reducen o refinan la utilización de animales en enseñanza o investigación científica. Este consejo ha reconocido hasta ahora 24 métodos alternativos. 

Los métodos alternativos validados disponibles en la OCDE son, en su gran mayoría, pruebas que evalúan si una sustancia es irritante, corrosiva, tóxica o si causa daño al ADN. Son, en suma, una etapa inicial y de fundamental importancia para saber si vale la pena seguir estudiando una determinada sustancia candidata a ser un nuevo medicamento, alimento o cualquier otra clase de producto. 

Conviene dejar claro que algunos de estos métodos alternativos siguen siendo dependientes de los animales. Son técnicas (in vivo) que necesitan menos cobayas para obtener los resultados del experimento original o que minimizan la incomodidad del animal en la prueba. 

En la actualidad, en el rol de métodos validados por la OCDE, hay 66 que utilizan animales y 47 que no los usan (investigaciones in vitro), nueve de esas pruebas recurren a un subproducto animal - globo ocular de buey o de gallina, piel, huevos embrionados etcétera. Es importante decir que un ensayo in vivo (con animales) no se puede realizar si existe un método in vitro validado capaz de obtener el resultado deseado. 

Otras técnicas empleadas para evaluar si un estudio debe seguir adelante o no son las llamadas pruebas in silico, que se basan en datos de sustancias conocidas para evaluar nuevos usos por medio de simulaciones en computadoras, y las pruebas in chemico, que analizan reacciones químicas. 

Una metodología, aún en fase de desarrollo, promete tener un alto impacto en la sustitución de animales. Se trata del organ-on-a-chip, que simula en placas de laboratorio las interacciones entre órganos humanos. 

El camino de la ciencia 

Los primeros pasos para el desarrollo de un nuevo producto como un remedio se dan en los ensayos preclínicos, que utilizan métodos alternativos para el uso de animales para evaluar si la sustancia es perjudicial o no. Si es tóxica, corrosiva o irritante, es descartada. De lo contrario, sigue para evaluaciones más complejas. 

Ocurre que los métodos alternativos disponibles hoy en día no son capaces de decir si una sustancia es segura o eficaz cuando se administra a un ser vivo complejo. Por eso, por más que las evaluaciones preliminares no se efectúen en animales, la sustancia sólo será debidamente aprobada cuando pase, aún en la fase preclínica, por pruebas con animales. Estas pruebas son decisivas para conocer la toxicidad del elemento, la capacidad de generar mutaciones o tumores y otros daños que puede causar a un ser vivo. 

Sólo si pasa de ahí es que el producto llega a los ensayos clínicos, conducidos con seres humanos y divididos en cuatro fases. Ellas evalúan progresivamente la seguridad de la sustancia, su eficacia para el tratamiento de la enfermedad en cuestión, la determinación de la dosis a utilizar, la confirmación de los efectos terapéuticos y, por último, las reacciones adversas. Solamente cumpliendo este proceso es que un medicamento puede llegar al mercado. 

Todo ese camino para el desarrollo de productos de interés para la salud humana es exigido por las agencias reguladoras que autorizan el registro y la comercialización de medicamentos y afines. No hay como dejar de ejecutar cualquiera de estas etapas bajo riesgo de causar daños irreparables a la población. Las pruebas en animales forman parte de este proceso. No está legalmente permitido realizar experimentos directamente en seres humanos sin la evaluación previa en animales y la debida autorización de los órganos competentes. 

Por último, reforzando la importancia de esta etapa de la investigación, recuerdo que, de los 108 Premios Nobel de Fisiología o Medicina, 96 fueron dependientes de estudios con animales. 

* Joel Majerowicz es médico veterinario, ex director del Centro de Creación de Animales de Laboratorio (CECAL) de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) y miembro de la Comisión Nacional de Bioética y Bioseguridad del Consejo Federal de Medicina Veterinaria 

Versão em português

Fuente: Revista Saúde / Abril

Comentarios

Seguiremos ofreciendo un espacio para todos aquellos que quieran participar y colaborar en esta cruzada educativa, porque tenemos muy claro que estaremos constantemente: “Aprendiendo de los Animales de Laboratorio”.

Suscribir a Magazine

Back to Top