Los Animales de Laboratorio No Tradicionales (ALNT) y su importancia en la Investigación Biomédica.

Articulos Cientificos Noticias
El Armadillo Chaetophactus villosus como modelo biológico no tradicional. Parte I

Los Animales de Laboratorio No Tradicionales (ALNT) y su importancia en la Investigación Biomédica.
El Armadillo Chaetophactus villosus como modelo biológico no tradicional. Parte I

Omar H. Iodice y Claudio Cervino. 
Instituto de Fisiología y Neurociencia (IFiNe). 
Secretaría de Ciencia y Tecnología. Universidad de Morón. 

Resumen

Cada vez es más evidente la importancia de una adecuada elección de los modelos biológicos experimentales.   
La elección de Modelos Biológicos No Tradicionales puede solucionar situaciones no resueltas con Modelos Tradicionales.
Esta nueva elección involucra, en muchas oportunidades, a especies silvestres y autóctonas que resultan ser excelentes modelos espontáneos para un sinnúmero de investigaciones biomédicas.
En esta presentación se subraya la relevancia de los animales de experimentación, su clasificación y su validez como modelo en investigación. 
Asimismo, se rescata la importancia de utilizar Animales de Laboratorio No tradicionales (ALNT) como modelos experimentales en biomedicina. 

Palabras clave:

Animales de Laboratorio No Tradicionales (ALNT). Modelos experimentales. Chaetophractus villosus. Armadillos.

Non-Traditional Laboratory Animals (NTLA) and their importance in Biomedical Research.
The Armadillo Chaetophactus villosus as a non-traditional biological model. Part I

Sumary

The importance of an adequate choice of experimental biological models is increasingly evident.
The choice of Non-Traditional Biological Models can solve unresolved situations with Traditional Models.
This new election involves, in many opportunities, wild and autochthonous species that turn out to be excellent spontaneous models for a number of biomedical investigations
In this presentation, the relevance of experimental animals, their classification and their validity as a research model is underlined.
In the same way, the importance of using Non-traditional Laboratory Animals (NTLA) as experimental models in biomedicine is rescued.

Keywords:

Non-Traditional Laboratory Animals (NTLA). Experimental models. Chaetophractus villosus. Armadillos.

Introducción

Es innegable que el uso de Modelos Biológicos (MB) en la investigación científica ha permitido un extraordinario avance de las Ciencias Biomédicas. Todo modelo animal utilizado para llevar adelante una investigación científica puede ser considerado animal de experimentación. La utilización, cada vez más ampliada, de animales en estudios científicos, el trabajo interdisciplinario y el refinamiento tecnológico condujo al desarrollo de las Ciencias del Animal de Laboratorio.

La Historia nos muestra que las observaciones sobre animales hechas por el pensador griego Aristóteles establecieron las bases de la Anatomía comparada y de la Embriología. 

En el siglo II, el científico romano Galeno estableció los principios de la investigación experimental, convencido de que sólo las afirmaciones basadas en la experimentación podían conducir al desarrollo científico. 

La Edad Media, en la civilización occidental, no fue pródiga en avances científicos. Lo mágico y lo mítico, así como una fuerte presión religiosa, fue determinante en el estancamiento científico de esta época.

Sin embargo, durante el Renacimiento se desarrolló un renovado interés en los descubrimientos científicos, siendo el Animal de Laboratorio un protagonista indiscutido. 

En Inglaterra, el filósofo naturalista Francis Bacon (1561-1626) pondera en sus escritos la experimentación en animales ya que afirma que es recomendable para el avance de la ciencia “en vista del gran uso que se hace de sus observaciones”. Por otra parte, el químico y físico Robert Boyle (1627-1691) demostró mediante el uso de animales que el aire es imprescindible para la vida (Citado en: Boada Saña et al., 2011).

En el siglo XIX, especialmente en la segunda mitad, se lograron un número significativo de avances médicos. Sólo por citar algunos, el primer uso de vacunas para prevenir las infecciones, el uso del éter como anestésico, etc. Otros avances incluyen la aceptación por parte de los cirujanos de técnicas de antisepsia para prevenir la infección y una mayor comprensión de la biología y las causas de las enfermedades infecciosas. 

El padre de la Medicina Experimental, el francés Claude Bernard, en su libro Introduction à l’étude de la médecine expérimentale (1865) se manifiesta a favor de la fisiología experimental así como una defensa en la utilización de animales de laboratorio (Bernard. 1865).

Los Animales de Laboratorio siempre acompañaron o fueron motores de este progreso científico.

A comienzos del siglo XX la investigación científica alcanzó los niveles tecnológicos y de organización más altos. Los avances en la química, la radiología, la farmacología, la genética, la inmunología y otras ciencias básicas, aplicadas y clínicas exigieron modelos biológicos como herramientas para el desarrollo científico. Estos adelantos realimentaron nuevas aplicaciones para los Animales de Laboratorio. Es así que en la segunda mitad del siglo surge la concepción integradora de Ciencias del Animal de Laboratorio. Este nuevo concepto propone el uso amplio de los modelos biológicos y paralelamente el desarrollo de su refinamiento en cuanto a la definición genética y la calidad microbiológica de los mismos.

Hoy, siglo XXI, el refinamiento de las técnicas moleculares aplicadas a las anteriores disciplinas amplía exponencialmente la importancia del uso de modelos animales en la investigación biomédica.

¿A qué llamamos Modelo Animal?

La definición y el uso de modelos animales de experimentación en investigación es una temática de difícil abordaje, tanto en lo semántico como en lo bioético.

Podemos convenir que el término Modelo Animal conlleva la detección de una especie o grupo animal que permita abordar la resolución de un problema científico biomédico particular.

Esta postura implica la búsqueda de un ejemplar que admita estudiar de la manera más aproximada, si no total, la condición, proceso o evento que interesa investigar y las modificaciones que se producen por el suceso en estudio.

Los modelos animales con fines experimentales han tenido innumerables formas de clasificación. Algunas de ella pueden observarse en la Tabla I.

¿De qué modo podemos validar un Modelo Animal?

La validez de un modelo puede entenderse como la justificación de que un modelo dentro de su dominio de aplicabilidad posee un rango de precisión satisfactorio consistente con la aplicación prevista del modelo. El uso de un modelo animal debe basarse en el propósito específico o en el conjunto de objetivos propuestos, y su validez debe determinarse para ese propósito (Carson, 2002). Así, en cuanto a la validez del modelo animal, tendremos distintos niveles de complejidad (Van der Staay et al., 2009):

  • Validez interna: implica la fiabilidad y replicabilidad. Fiabilidad en el modelo como instrumento de evaluación y replicabilidad como cualidad de los resultados obtenidos por un modelo en particular.
  • Validez de apariencia: es la capacidad del modelo para reproducir las manifestaciones visibles y detectables del proceso o condición a estudiar.
  • Validez predictiva: los efectos de la intervención en el modelo serán predecibles en la situación real y pueden llegar a ser extrapolados a situaciones experimentales en otras especies.
  • Validez constructiva: reproducción en el modelo de los mecanismos implicados en el proceso o condición a estudiar. Es muy importante, representa la bondad de ajuste entre las variables independientes y dependientes con las hipótesis teóricas.
  • Validez externa (generalización): representa el grado en que los resultados obtenidos usando un modelo animal en particular puede ser generalizada y aplicada en todas las poblaciones y ambientes. Las medidas adoptadas para aumentar la validez interna comprometen la validez externa, pues restringen el rango de la relación entre las variables dependientes e independientes. 

Tabla I.

Algunas formas de clasificar a los Modelos Animales.

Animales de Laboratorio (AL): ¿son o los hacemos? 

Si bien en lenguaje más actual se utilizan acepciones como Modelo Experimental Animal, o Biomodelo Experimental para denominar a los Animales de Laboratorio, en este trabajo, seguiremos utilizando cualquiera de estas denominaciones como sinónimos.

Uno de los puntos más importantes en las investigaciones biomédicas, además de utilizar modelos experimentales de comprobada calidad microbiológica y adecuada definición genética, es la apropiada elección del modelo animal experimental. La confiabilidad de una experiencia, ensayo o prueba diagnóstica, que impliquen la utilización de AL, depende de la acertada elección de este modelo.

Cuando se elige el modelo animal inadecuado, el proyecto está destinado al fracaso o, en el mejor de los casos, a la falta de confiabilidad de sus resultados. No importa cuán costosos o sofisticados sean los aparatos utilizados, ni cuan complejos sean los diseños estadísticos, si no hubo una acertada elección del modelo animal experimental los recursos humanos, técnicos y económicos se vuelven estériles.

Es frecuente apelar a la utilización de modelos experimentales inducidos, tanto quirúrgica como genéticamente, para acercarnos al modelo más adecuado. Sin embargo, desde hace muchos años, se está trabajando en la obtención de nuevos modelos experimentales espontáneos involucrando a especies silvestres y autóctonas en la investigación biomédica.

Muchas especies silvestres están en vías de ser consideradas de “laboratorio”, pero la insuficiente información sobre los sistemas de crianza, mantenimiento en cautividad y la poca difusión de su uso hace que se los considere Animales de Laboratorio No Tradicionales (ALNT). Denominación que desde hace muchos años hemos propuesto y difundido (Iodice, 1987; Iodice, 2010).

Se puede decir que un animal de laboratorio es “no tradicional” cuando:

  • su uso no está generalizado,
  • es un modelo animal no validado o está en vías de validación,
  • se conocen escasamente sus parámetros clínico-fisiológicos de referencia, y 
  • no está normalizado su sistema de crianza bajo condiciones de Bioterio a fin de obtener y mantener líneas y cepas estables con historia reproductiva confiable.

Así, el término ALNT engloba a todas las especies de vertebrados que históricamente han sido de uso poco común en investigación biomédica, y para quienes los criterios sobre manejo, alojamiento, métodos paliativos del dolor, punto final, técnicas de eutanasia, etc., no están aun completamente estipulados. 

Dentro de los ALNT se incluyen fundamentalmente todos los animales vertebrados silvestres, que agregan nuevas problemáticas concernientes a métodos de colecta, traslado, zoonosis, reinserción al medio, etc., que implican la recomendación de capítulos novedosos de regulaciones no previstos en las normativas ya establecidas en las disposiciones sobre el uso y cuidado de animales en experimentación.

Pero por otro lado, la decisión de utilizar ALNT como modelos experimentales suele resolver problemas que hasta ese momento resultaban imposibles de solucionar.

Dado que los ALNT son extraídos desde su ambiente natural, hay ciertas consideraciones a tomar en cuenta acerca del manejo de estos animales en la naturaleza:

a.    Estado de conservación de la especie. 

b.    Captura y transporte. 

c.    Zoonosis. 

d.    Período de acondicionamiento/cuarentena. 

e.    Reinserción de los animales al hábitat natural.

a.    Estado de conservación de la especie. El conocimiento sobre el estado de conservación del ALNT es fundamental a la hora de implementar actividades de investigación, en particular, al utilizar especies relacionadas a taxones en situación comprometida o en riesgo de extinción. 

b.    Captura y transporte. Cuando se trabaja con animales silvestres, es frecuente y deseable que sea el mismo equipo de investigadores quienes se encarguen de la colecta y traslado. En muchas ocasiones, la colecta de animales silvestres está reglamentada por Organismos oficiales, y el investigador responsable deberá contar con un permiso de colecta y transporte emitido por el organismo competente. Además, la metodología de captura y transporte deben infligir el menor sufrimiento y estrés posible para los animales, así como que garantice que el mismo será trasportado al lugar de destino sin bajas ocasionadas por el método de traslado.

c.    Zoonosis. En términos generales las zoonosis se definen como aquellas enfermedades que se transmiten de los animales vertebrados al humano y viceversa. Las actividades que se desarrollan con los ALNT, deben ser efectuadas con particular atención sobre este aspecto del manejo, ya que es en estos organismos en donde se espera el mayor porcentaje de zoonosis desconocidas, y las consecuencias del manejo inadecuado son de un impacto difícil de estimar. Por lo que es importante conocer la existencia de zoonosis en el grupo de estudio y la gravedad de las mismas, así como el tipo de riesgo biológico que implican y su manejo adecuado en todas las etapas del proyecto. Esto implica establecer Procedimiento Operativos Estandarizados (POEs) para la captura, la manipulación y en todas las fases del proyecto de investigación para evitar contaminaciones.

d.    Período de adaptación y cuarentena. El período de adaptación debería ser suficientemente largo para permitir al animal reponerse del traslado y evaluar y asegurarse que no tiene enfermedades zoonóticas, infecto-contagiosas propias de la especie o de otra naturaleza. Este período de ajuste puede incluir pruebas serológicas para la detección de virus y otros patógenos, así como el examen para parásitos internos y externos. Las nuevas condiciones de alojamiento y alimentación deberán ajustarse a las nuevas condiciones de cautividad.

e.    Reinserción de los animales al hábitat natural. En algunas actividades, y de acuerdo a las características del ALNT, la manipulación efectuada, estado de conservación de la especie y otras consideraciones, puede ser necesario o deseable regresar a los individuos al medio natural. Estas acciones siempre traen asociadas un nivel de riesgo hacia las poblaciones silvestres de la especie a reinsertar, o de otras, que se relacionan con ella de forma directa o indirecta. Debido a estos factores de riesgo, será importante adoptar criterios que tomen en cuenta si los animales retirados de su medio natural serán reingresados, o no, al mismo. 

Al momento de considerar la utilización de ALNT, hay cuatro aspectos que requieren consideraciones especiales y es necesario abordar:

1-    Alojamiento y alimentación en cautividad.

2-    Manejo farmacológico.

3-    Disposición final.

4-    Criterios de punto final y métodos de eutanasia.

1-    Alojamiento y alimentación en cautividad. Los ALNT deben ser alojados en un ambiente apropiado acorde a las condiciones que corresponden a un Bioterio. En ocasiones puede ser necesario aproximarse a los contextos de su hábitat natural resignando ciertos requisitos de Bioterio. Los investigadores deberán indagar acerca de la biología y los requerimientos vitales del ALNT para establecer las condiciones adecuadas de su micro y macro ambiente en las condiciones de Bioterio. El protocolo de experimentación debe determinar las condiciones de alojamiento y los estándares para su cuidado. Es sabido que los Animales de Laboratorio Tradicionales (ALT) criados en Bioterios tienen condiciones de alojamiento altamente restrictivas para normalizar el contexto y minimizar las variables que interfieran con los procedimientos experimentales. Del mismo modo será necesario alojar al ALNT en condiciones ambientales modeladas de Bioterio siempre que los animales lo toleren. En caso contrario se establecerán condiciones parecidas a las naturales pero tan restrictivas como sea posible, siempre que los ejemplares evidencien situaciones patológicas sistémicas o comportamentales. 

2-    Manejo farmacológico. Para los procedimientos quirúrgicos leves o altamente invasivos y para la contención química es necesario el uso de drogas sedantes y/o anestésicas. El equipo de investigación deberá asesorarse con expertos y/o consultar bibliografía adecuada a los efectos de poder justificar la elección del sedante, analgésico o anestésico que corresponda. El dolor es una experiencia compleja que típicamente resulta de un estímulo que daña los tejidos o tiene el potencial de dañarlos. La capacidad de sentir y responder al dolor está ampliamente distribuida en el Reino Animal. Para aliviar el dolor en los animales, es fundamental la capacidad de reconocer sus signos clínicos en cada especie. Las respuestas al dolor varían según la especie (despliegues conductuales particulares, vocalizaciones, posturas anormales, etc.), lo que impone diferentes criterios de valoración del dolor asociados. Debe seleccionarse el analgésico y anestésico que mejor satisfagan los requerimientos clínicos y humanitarios, sin comprometer aspectos científicos del protocolo. 

3-    Disposición final. Cuando se planifica la realización de un proyecto que involucra ALT, es necesario siempre prever el destino final de los mismos. Los ALNT no escapan a este concepto. Los procedimientos experimentales pueden ser  agudos, semicrónicos o crónicos y con o sin supervivencia. Para cada caso deberá establecerse las maniobras necesarias en el protocolo. No es recomendable reutilizar los ejemplares en otros procedimientos experimentales. En el caso de ser necesaria la eutanasia, es imprescindible programarla en forma humanitaria, bajo las recomendaciones internacionales a tal efecto y sin que interfieran con los resultados de la pesquisa. Los criterios para realizar la eutanasia deberán ser evaluados minuciosamente en los caso de ALNT que puedan considerarse especies amenazadas o en riesgo de extinción. En estos casos será deseable considerar otros destinos (reutilización en otros experimentos, ingreso a reservas de fauna, reinserción al hábitat natural, etc.). En situaciones como estas son relevantes las recomendaciones del Comité Institucional para el Cuidado y Uso de Animales de Laboratorio (CICUAL), que deberá contar con la opinión de un experto en los ALNT en uso. En los protocolos experimentales es deseable que se establezca claramente el destino final de los animales utilizados en su estudio aportando referencias adecuadas sobre la conveniencia de la forma seleccionada.

4-    Criterios de punto final y métodos de eutanasia. Con la eutanasia se busca sacrificar al animal con métodos que induzcan una inconsciencia rápida y muerte con mínimo dolor y estrés (AVMA, 2013). Se utiliza normalmente al final de un protocolo de experimentación o antes de la finalización del mismo cuando no es posible aliviar el dolor del animal. Para ello, los protocolos deben incluir criterios de punto final apropiados a la especie y al procedimiento en cuestión (por ejemplo, grado de deterioro físico o conductual, tamaño del tumor, etc.) aportando referencias adecuadas. Si ello no fuera posible, la determinación de esos criterios deberá ser contemplada en el proyecto planteado. Debe seleccionarse el método de eutanasia más adecuado a la especie en estudio y al protocolo planteado. Generalmente se prefieren agentes químicos que físicos. El procedimiento de eutanasia deberá ser realizado por personal capacitado para desarrollar el método seleccionado y para confirmar la cesación de signos vitales. El equipo de investigación deberá asesorarse con expertos y/o consultar bibliografía adecuada a los efectos de poder justificar la elección del método de eutanasia que corresponda, teniendo en cuenta que los ALNT pueden no responder de la misma forma que los ALT. Las recomendaciones del CICUAL también serán relevantes en esta situación.

Se concluye que un ALNT es, en ocasiones, un modelo animal seleccionado por sus características únicas, generalmente es una especie de uso poco común en investigación biomédica. Cuando tales especies se introducen a la investigación, se debe buscar asesoría experta o recopilar información sobre la biología, conducta y condiciones de cautividad de estas especies.

Dentro del grupo de ALNT se destacan los Armadillos debido a las características especiales que poseen y porque muchas de sus especies están fuera del peligro de extinción. 

El hecho que los Armadillos se vienen utilizando como modelos experimentales desde muchos años, ha despertado el interés por conocer más acerca de su historia evolutiva, su biología y genética, como así también su ecología y etología del grupo. Este hecho es significativo ya que se ha ampliado el conocimiento acerca de estas especies y esto ha derivado en una ventaja a la hora de utilizarlas como animales de experimentación.

En la Argentina, muchos grupos de investigación han utilizado ejemplares de varias especies autóctonas del grupo de los Xenarthros como modelos experimentales. La mayor parte de estas investigaciones han comprendido animales en condiciones de cautividad. 

Las áreas de investigación involucradas van desde la embriología y microbiología, hasta las enfermedades infecciosas y la neurobiología. Debemos citar como un pionero en el uso de Armadillos como modelo experimental al Dr. Jorge M. Affanni. Ya en la década de 1960 utilizaba estos animales junto a las zarigüeyas como modelos en Neurobiología (Affanni et al, 1968).

Existen, además, otros grupos de trabajo en nuestro país que utilizan Armadillos como modelos experimentales en condiciones de Bioterio o de Laboratorio.

Uno es el liderado por la Dra. Emma Casanave, del Departamento de Biología, Bioquímica y Farmacia de la Universidad Nacional del Sur (Bahía Blanca, Argentina). Allí han realizado importantes estudios relacionados con la anatomía y fisiología de los Armadillos, particularmente del Chaetophractus villosus, así como importantes investigaciones sobre aspectos eto-ecológicos (Casanave et al. 1988).

Otro de los grupos de investigación es el encabezado por la Dra. M. Susana Merani, del Centro de Investigaciones en Reproducción (CIR) de la Facultad de Medicina de la UBA, quien ha realizado significativos descubrimientos y avances en el estudio de la genética, la endocrinología y la reproducción de los Armadillos (Rossi et al. 2013).

Otros científicos de nuestro país, como la Dra. Graciela Navone y colaboradores del Centro de Parasitosis y Vectores (CEPAVE) de La Plata (Navone, 1983); la Dra. Mariella Superina del Instituto de Medicina y Biología Experimental de Cuyo (IMBECU) (Superina et al., 2014); la Dra. Marta Kin de la Universidad Nacional de La Pampa (Kin, 20159 y varios investigadores de la Universidad Nacional del Nordeste (Martínez y Resoagli, 1982; Maccio et al., 1988), han realizado significativos estudios sobre armadillos en general, y Chaetophractus en particular, aunque más relacionados con sus características silvestres y/o conservacionistas. Es importante precisar que los aportes en lo referido a la biología y a las enfermedades de estos animales han sido de enorme importancia para encarar su crianza en las condiciones restrictivas que requiere un Bioterio.

A modo de presentación del grupo, la importancia de los armadillos como animales de experimentación en biomedicina se debe a que (Affanni, J. M. 1983. Iodice, 1987; Cervino, 2010; Iodice, 2010): poseen una vida de larga duración que permite realizar estudios de enfermedades crónicas; son susceptibles a infecciones y otras manipulaciones experimentales para las que no se poseía un animal experimental adecuado; son reservorio de enfermedades de interés nacional. Los experimentos realizados por nuestro grupo de experimentación confirman la utilidad de estos animales para la investigación biomédica en base a los resultados anatómicos, fisiológicos en general, neurofisiológicos y de mantenimiento en cautividad obtenidos.

Por lo dicho hasta aquí, es evidente que los Armadillos han sido ampliamente utilizados como modelos experimentales en diversas áreas de investigación biomédica. Esto se debe a que poseen particulares características anatómicas, fisiológicas y comportamentales. Y no solo se han publicado trabajos experimentales referidos a aspectos anatomofisiológicos, neurofisiológicos y reproductivos, sino que también pueden encontrarse reportes en los que han sido utilizados como modelos en Psicología Comparada.

Por todo ello, se justifica una exposición más detallada de los Armadillos, y de Chaetophractus villosus en particular, como ALNT, la cual será encarada en la Parte II de este artículo.

Bibliografía

1.    Affanni, J. M. 1983. Comadrejas y armadillos abren nuevos horizontes a la investigación científica. Quid 2: 35-54. Bs. As. Argentina.

2.    Affanni, J., García Samartino, L. and Morita, M. 1968. Observaciones sobre la actividad eléctrica del neocortex, paleocortex y bulbo olfatorio de Chaetophractus villosus. Rvta. Soc. Argentina Biol., , 44: 189-196.
3.    AVMA. Guidelines for the Euthanasia of Animals: 2013 Edition. American Veterinary Medical Association. ISBN 978-1-882691-21-0

4.    Bernard, C. 1865. Introduction à l’étude de la médecine expérimentale. París: J.B. Baillière et Fils. 316 pp.

5.    Boada Saña, M.; A. Colom Comí y N.  Castelló Echeverría. 2011. Disponible en: https://ddd.uab.cat/pub/trerecpro/2011/80084/la_experimentacion_animal.pdf. Consultado Junio 2019.

6.    Carson, J. 2002. Model verification and validation. Proceedings of the 2002 Winter Simulation Conference. Disponible en: https://informs-sim.org/wsc02papers/008.pdf  Consultado: 14 de mayo de 2019.

7.    Casanave, E. B., E. Maldonado, S. M. Codón, and S. Estecondo. 1988. Estudio anatómico del tracto digestivo de Chaetophractus villosus (Mammalia, Dasypodidae). IV Congreso Argentino de Ciencias Morfológicas., p. 96. 

8.    Cervino, CO. 2010. Los Armadillos como Animales de Laboratorio No Tradicionales en Investigación Biomédica” (Mesa Redonda: Mamíferos silvestres como modelos experimentales en la investigación biomédica) (Organización y coordinación: Dr O. H. Iodice). XXIII Jornadas Argentinas de Mastozoología, organizadas por la SAREM. Bahía Blanca, Argentina Noviembre 2010.

9.    Iodice, O. H. 1987. On the importance of Marsupials and Armadillos in Biomedical Research. Their maintenance and reproduction in laboratory conditions. En: Proceeding of the Regional / International Meeting on Laboratory Animals. ICLAS-CEMIB-FESBE. Noviembre. Aguas de Lindoia, Brasil. pp. 292:302.

10.    Iodice, O. H. 2010. Armadillos y Zarigüeyas como Modelos Experimentales en la Investigación Biomédica: Contribuciones a la Generalización de su Uso. Tesis Doctoral, Universidad de Morón, (MS), pp. 383.

11.    Kin, M. S. 2015. Chaetophractus villosus reservorio y/o transmisor de algunas enfermedades infecto-contagiosas y/o zoonóticas que afectan a los rumiantes y al hombre. Tesis doctoral. Universidad Nacional del Sur. Bahia Blanca. Argentina. 247 pp

12.    Maccio, O. A., M. I. O. de Rott, E. H. Resoagli, S. G. de Millán, M. E. C. de Gallardo, M. M. Ramírez y J. P. Resoagli. 1988. Patología natural y adquirida en cautividad del armadillo. Análisis anatomopatológico. Vet. Arg. 5: 218-227. 

13.    Martínez, F. A. y E. H. Resoagli. 1982. Artrópodos y helmintos en Dasipódidos del nordeste argentino. Gac. Vet. (Bs. As., Argentina)  44 (373): 799-803.

14.    Navone, G. T. 1983. Estudios parasitológicos en Edentados Argentinos. Tesis Doctoral. Fac. Cs. Nat., Universidad Nacional de La Plata, La Plata, Argentina, 423 pp.

15.    Rossi, Luis Francisco; Luaces, Juan Pablo; Alonso, Fernando Martin; Merani, Maria Susana. 2013. Karyotype and Chromosome Variability in the Armadillo Chaetophractus villosus in Argentina (Karger, 2013-02)

16.    Superina, M., Brieva R., C., Aguilar, R.F. & Trujillo, F. 2014. Manual de mantenimiento y rehabilitación de armadillos. Fundación Omacha, ODL, Cormacarena, Corporinoquia, Corpometa y Bioparque Los Ocarros. Bogotá, Colombia. 96 pp.

17.    Van der Staay, F. J., S. S. Arndt y R. E. Nordquist. 2009. Evaluation of animal models of neurobehavioral disorders. Behavioral and Brain Functions. 5. 11 doi. 10.1186/1744-9081-5-11. Disponible en: http://www.behavioralandbrainfunctions.com/content/5/1/11. Consultado diciembre 2012.

Autores:

•    Omar Héctor Iodice 
Médico Veterinario. Doctor de la Universidad de Morón 
Profesional Principal Conicet. Instituto de Fisiología y Neurociencias (IFiNe). UM.
Docente de la Facultad de Ciencias de la Salud - UM
oiodice@unimoron.edu.ar
omariodice@gmail.com.ar

•    Claudio O. Cervino
Doctor en Ciencias Biológicas. Fac. Cs. Exactas y Naturales. UBA.
Profesor Titular de Fisiología. Facultad de Ciencias de la Salud y Facultad de  Ciencias Exactas, Químicas y Naturales. Universidad de Morón.
Director del Instituto de Fisiología y Neurociencias (IFiNe). UM.
ccervino@unimoron.edu.ar

•    Lugar de trabajo: 
Instituto de Fisiología y Neurociencias (IFiNe). Universidad de Morón. 
Machado 914, 1° Piso. Morón. (B1708JPD). Bs. As. Argentina.
Teléfono: (54-11) 5627-2000 Interno 744. 

Comentarios

Seguiremos ofreciendo un espacio para todos aquellos que quieran participar y colaborar en esta cruzada educativa, porque tenemos muy claro que estaremos constantemente: “Aprendiendo de los Animales de Laboratorio”.

Suscribir a Magazine

Back to Top