Día 2

La gracia de este día fue la apertura del salón de exhibición. Se hizo esperar, pero finalmente se cortó un gran moño y toda la gente entró al salón!!  Guiada por gente que conocí el día anterior y que este no era ni su primer congreso ni su segundo..., pasamos por los stands que eran más novedosos (y/o que regalaban cositas, ups!).  Para mí, todos eran novedosos.

Después nos dividimos porque cada uno tenía intereses distintos, incluso algunos tenían la responsabilidad de dictar workshops. Yo me tomé el tiempo de recorrer stand por stand, con más detenimiento, leyendo prospectos, charlando con los representantes de las diversas empresas, viendo en qué consistían ciertos productos. Al ser mi primer congreso en la vida, realmente encontré muchas cosas novedosas y me pareció bien detenerme tanto en cada espacio. 

El salón de exhibición tenía pasillos y pasillos, sinceramente me pareció súper grande y me gustó que muchos expositores hasta hayan instalado máquinas, como por ejemplo todo tipo de lavadoras de material o equipos de anestesia inhalatoria muy variados o bien racks, jaulas de todo diseño, tamaño, uso, etc. ¡¡Me sentí como en el Disneyland de los bioterios!!

Por supuesto no se quedaban atrás todas las empresas dedicadas a software, identificación animal, de productos de limpieza y desinfección, elementos de protección personal, instrumental quirúrgico, modelos para reemplazar el uso de animales en entrenamiento de personal, stands de universidades, editoriales, organizaciones, elementos de enriquecimiento ambiental, entre otros. En este salón también había una gran sección dedicada a posters, pero la dejé para otro día porque realmente había mil cosas.

Pasado el mediodía, los tres beneficiados con esta oportunidad asistimos a una  reunión de ICLAS-ARC donde se trataron temas estratégicos para el futuro como por ejemplo cómo atraer más sponsors para financiar estas causas y la comunicación a través de redes sociales. 

Después salimos a darnos un respiro y comer en el centro de Salt Lake. Volví y seguí recorriendo el salón de exhibición. Algo que me gustó de las credenciales que nos dieron durante el registro inicial, es que tenían un código QR con nuestra información de contacto. A su vez, cada expositor tenía una app en el celular o un celular especial que leía el código y guardaba esa info. Después, a la persona del stand se le desplegaban opciones de notas, por ejemplo que Victoria quería que le manden el catálogo completo de tal línea de productos por email. O que quería una muestra de tal producto o que quería alguna otra cosa. De esa manera, al finalizar el congreso la empresa se comprometía a ponerse en contacto. Esto me pareció interesante porque es una forma de obtener info que te gustó, de manera digital. En mi caso por ejemplo, que viajé un montón para llegar hasta allá, me sirvió para guardar espacio en el equipaje y no cargar con millones de papeles o cuadernos pesados.

A la noche, Cynthia Pekow nos invitó a Alanna y a mí a comer comida thai. También había algunos allegados suyos de ICLAS. Fue un lindo gesto. Experiencias como esa me sirvieron para reafirmar que no es imposible conocer a referentes tan importantes. Que con las redes de contacto, especialmente en la actualidad, es posible llegar a quien uno se proponga. Y que quienes nosotros leemos en papers y vemos en reuniones aparentemente inalcanzables, son, al final del día, personas de carne y hueso, que alguna vez también fueron jóvenes e inexpertas como puedo ser yo ahora, y que también tienen peripecias en sus viajes como la de sus vuelos cancelados con su familia y el equipo de rugby o bien yo con mi pasaporte viejo jaja. 

Día 3 

La mañana de este día me dediqué exclusivamente a asistir a eventos relacionados a zebrafish y acuáticos en general. Todavía no tuve el honor de trabajar con estas especies, pero me parece importante hacer el esfuerzo de aprender sobre ellas. Considero que cuanto más sepa, mejor. Cuanto más diverso, también.

Cerró la Technician Funfair! Aprendí un montón de siglas y datos random! Muy buena iniciativa.

Después de 5h de peces, y de salir a comer por el centro de la ciudad, volví e hice una recorrida por los posters, en el salón de exposición, con Gabi. Me gustó que la gran mayoría también tenía códigos QR integrados por lo que si a uno le interesaba un trabajo determinado, simplemente lo escaneaba y ya te queda en el celular; facilitando su difusión a colegas, disminuyendo el número de copias, uso de papel y tintas, entre otras ventajas.